La estimulación sensorial (auditiva, táctil, visual, gustativa y olfativa) de los bebés aporta grandes beneficios en su desarrollo emocional, físico, cognitivo y social; por lo que desde la Escuela ofreceremos un entorno rico en experiencias, que, a través del movimiento libre, favorecerán muy positivamente su desarrollo cerebral.
Comenzamos a trabajar
el sentido de la vista y es necesario saber, que desde el nacimiento, los niños
utilizan la capacidad visual para conquistar progresivamente su entorno. El ojo
les brinda las informaciones necesarias sobre el tamaño, las formas, los
colores de los objetos y de las personas de su alrededor, a la vez que de los
movimientos realizados. Los estímulos visuales que reciben les invitan a
explorar el espacio, a mover los juguetes, experimentar con todo el material y
a sonreír a las personas de su confianza cuando se les acercan. Una buena
visión también les ayuda a mejorar su coordinación ojo-mano cogiendo los
objetos a su alcance o buscándolos con la mirada. Sus primeros pasos están
facilitados por la visión.
Desde las aulas, hemos
querido ofrecer a los bebés actividades
atractivas que además de favorecer su desarrollo, sean satisfactorias a su atención,
entretenimiento y diversión. Aunque será más adelante cuando trabajaremos
actividades referidas al tacto, no hay que olvidar que este sentido está
presente incluso antes del nacimiento. Es uno de los más importantes ya que
ayuda al bebé en su desarrollo motor y psicoemocional, proporcionando
información tanto de las características de los objetos como del contacto
físico que conlleva el apego con las personas de su entorno.
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