El juego por zonas es un recurso educativo que, además de desarrollar la socialización, también favorece el desarrollo de la capacidad autónoma y la independencia, uno de los objetivos a perseguir en esta etapa. Esta estrategia da a los niños y niñas la opción a elegir y pensar libremente, a realizar con independencia del adulto, a planificar y autocorregirse, así como a pedir ayuda cuando la necesiten. En definitiva, las zonas de juego favorecen el trabajo autónomo y el trabajo cooperativo.
En las zonas de juego es necesarios indicar explícitamente unas normas claras y precisas, no sólo de las zonas y sus actividades, sino de convivencia, como por ejemplo:
- El orden
- La autonomía
- La limpieza
- El cuidado y uso del material
- La forma de comunicarse y de trabajar con los demás
Como se puede ver, la organización del aula por zonas de juego desarrolla la socialización durante la educación infantil, ya que potencia:
- El compartir actividades
- El trabajo en grupo
- La posibilidad de manifestar sus propias opiniones, ideas y deseos
Se establecen normas y procedimientos para cada zona y propuesta de actividad, que girará en torno a las siguientes decisiones:
- Un número máximo de niños y niñas en cada zona
- Elegir la primera zona a la que ir
- Respetar a los compañeros con los que compartimos espacio
- Respetar los turnos y comunicarnos en el caso de querer cambiar de zona
- Cuidar el rincón con todos los materiales que se incluyen en él
- En la zona de experimentación, recoger y limpiar si se cae algo al suelo
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