En la metodología de desdobles que hemos iniciado este trimestre, la actividad que realizamos dentro del aula de manera simultánea a la actividad de biblioteca, está orientada a la manipulación y desarrollo de la motricidad fina.
La curiosidad es uno de los motores del aprendizaje en los niños y niñas, y gracias a ella empiezan a conocer el mundo que les rodea investigando y experimentando, ya sea con su propio cuerpo, con el entorno o los objetos que se encuentra en su camino.
La manipulación está presente a lo largo de todo el desarrollo a causa de las experiencias que se obtiene de la interacción con el medio que nos rodea. Esa exploración se ejerce a través de los sentidos y les ayuda a construir sus primeros conocimientos acerca de sí mismos y del medio que les rodea. Los niños y niñas aprenden mientras manipulan. Manipular es igual que pensar, de ahí la importancia de estimular los sentidos. Acciones como tocar, arrastrar, hacer, deshacer, construir, mirar... contribuyen a que vayan conociendo las propiedades y cualidades de los objetos y materiales.
Por otro lado, mediante la motricidad fina se realizan movimientos a través de los grupos musculares más pequeños que requiere la coordinación del ojo y la mano. Estos movimientos también exigen que se mantenga la atención y concentración durante la actividad para su ejecución.
Aprender estos movimientos como la pinza, sostener un objeto con la punta de los dedos, abrocharse los zapatos, etc...requiere tiempo y práctica, por ello en la escuela les hemos propuesto diferentes actividades que les ayude a ejercitar dicha motricidad.
Por todo ello, hemos pensado diferentes actividades que ayuden a los niños y niñas a desarrollar su motricidad fina, así como para estimular sus sentidos.
Aquí os dejamos una muestra de las primeras actividades llevadas a cabo.
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