Como ya comentamos, las rutinas son una base fundamental para la adquisición de la autonomía, por ello en el primer trimestre nos iniciamos en ellas llevando invitando a los niños y niñas a participar en las diferentes acciones que se desarrollan en el lavado de manos, comida o siesta.
Con el paso del tiempo y con la madurez que van adquiriendo los niños y niñas, algunas de estas rutinas se van consolidando, de manera que son capaces de hacer determinadas acciones por sí mismos, como comer con la cuchara, quitarse los zapatos, lavarse las manos... De manera, que para seguir potenciando su autonomía, debemos proporcionarles nuevos retos que les ayuden a adquirir nuevas habilidades. Por ello en este trimestre hemos incluido nuevas rutinas o variaciones nuevas en rutinas ya existentes para seguir favoreciendo su aprendizaje.
A la hora de la comida hemos incorporado el uso del tenedor, el vaso sin adaptador y la figura del responsable (que en este caso reparte los vasos). También nos hemos iniciado en el vestido, comenzando por ponernos el abrigo, y en algunos casos, también el adiós al chupete a la hora de la siesta. Todo ello teniendo en cuenta el momento evolutivo en el que se encuentra cada niño y niña, respetando sus ritmos personales de aprendizaje.
Aquí tenéis una muestra...
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